La habitación era cómoda y con

un diseño moderno. Disfruté de las vistas espectaculares desde el bar en la azotea, especialmente al atardecer. Sin embargo, me habría gustado que hubiera más opciones de café en la habitación y que el desayuno fuera más accesible. En general, un buen lugar para hospedarse.

Me encantó la decoración artística del hotel, y la comida en el restaurante fue una agradable sorpresa. Aprecié la amabilidad del personal, que nos ayudó con direcciones y estuvo siempre disponible.

recomendaría el lugar sin duda alguna para un breve interludio

Moderna habitación, encantadora ubicación, disfruté de la cómoda cama y el excelente aire acondicionado durante mi estancia, además el hotel cuenta con almacenamiento de equipaje y está cerca de una estación de metro que facilita el acceso para explorar la ciudad.

Una experiencia perfecta

La decoración artística del hotel es muy agradable.

La estancia no fue lo que esperaba. El servicio al cliente fue bastante deficiente, con un personal en recepción que no mostraba disposición para ayudar con mis dudas. Además, el proceso de reembolso del depósito de 100 euros me generó muchos inconvenientes y frustración, ya que tardaron más de diez días en devolverlo. La calidad de la comida en el restaurante también dejó que desear, especialmente considerando el precio elevado.

Aprovecha el bar en la azotea para disfrutar de una bebida y las maravillosas vistas al atardecer de Frankfurt.

El blasky tiene un restaurante-bar en la azotea con vistas impresionantes, perfecto para pasar las tardes. La ubicación es excelente, en un vecindario tranquilo, lejos del bullicio del centro. Las habitaciones son más espaciosas de lo habitual y hay un aparcamiento incluido que es muy práctico.

Lo recomiendo.

La habitación doble era cómoda y estaba en buenas condiciones, con un diseño sencillo y acogedor que hizo que mi breve estancia fuera agradable.

Sin embargo, el depósito de 100 euros al llegar fue un gran inconveniente. Pasaron 10 días sin recibir mi reembolso, lo que genera una sensación de desconfianza. Solo estuve allí seis horas por trabajo y, aunque la estancia fue corta, no debería ser necesario estar pendiente de devolver el dinero por tanto tiempo.

Las vistas desde la azotea impresionantes

El restaurante y bar en la azotea nos sorprendió con unas vistas espectaculares de Frankfurt, ideal para disfrutar durante la tarde-noche. Las habitaciones eran más espaciosas de lo que esperábamos, y el personal fue amable. La ubicación, aunque no en el centro, tenía un supermercado y una estación de tren cerca, facilitando el acceso a la ciudad.

Sin embargo, el precio de los extras puede resultar un poco elevado, especialmente los alimentos y bebidas en el restaurante. Aunque el aparcamiento es cómodo, puede ser complicado encontrar espacios alrededor del hotel, lo que añade cierta frustración a la experiencia.

Disfruté del ambiente del bar en la azotea, una gran manera de relajarse con vistas a la ciudad. Además, contar con un Aldi tan cerca fue muy conveniente para nuestras necesidades básicas.

El agua en la ducha se escapaba un poco hacia la habitación.

las habitaciones son espaciosas y el restaurante en la azotea ofrece vistas increíbles. el ruido del tren es un poco molesto.

Vistas espectaculares desde el bar

Me gustó mucho el bar en la azotea, genial para relajarse y disfrutar de las vistas de la ciudad. El personal era súper amable y estaba siempre dispuesto a ayudar. Las habitaciones eran bastante cómodas y la limpieza fue impecable. La única cosa que noté es que el desayuno podía mejorar un poco, pero lo básico estaba cubierto.

La habitación doble era cómoda y bastante espaciosa. Las camas eran de las más cómodas que he probado, y el aire acondicionado funcionaba genial. Además, tener agua embotellada gratis todos los días fue un buen detalle. Lo único que me dejó un poco insatisfecho fueron las almohadas, que no eran las mejores, pero aun así pude descansar bien. En general, el lugar es agradable para un par de noches en Frankfurt.

Las habitaciones en el Blasky son muy cómodas, equipadas con aire acondicionado y un televisor de pantalla plana. La variedad de desayuno, que incluye opciones continentales y vegetarianas, me dejó satisfecho cada mañana. Además, la ubicación en Sachsenhausen, cerca del metro, es ideal para explorar Frankfurt.

Depósito de 100 euros.

Wi-Fi rápido, buena área de bar, pero el ascensor era un poco lento.